Entre esas razones figuran
Lejos de ser las únicas peculiaridades del Yin y del Yang, este está presente en todas y cada una de las cosas y situaciones, allá donde sea posible la dualidad: la noche, por poner un ejemplo, es yin al paso que el día es yang; la tierra, receptiva, es ying mientras el cielo. Sin el yin no puede haber yang y a la inversa.